Sin lugar a dudas uno de
los temas más importantes en Educación es el de la Calidad
Educativa. Como es fácil de imaginar, intervienen muchos factores en
el grado de Calidad que tenga un sistema educativo su tarea:
financiamiento, construcciones y mantenimiento de las mismas, sistema
de capacitación, etc. Para tratar este tema ocuparía varias
publicaciones y de varios párrafos cada una, y aún así no
terminaría. Quizás la mejor parte de ello sería generar
participación en el tema.
Pero hoy me voy a referir
a un factor que influye en la Calidad Educativa y a ciertas
declaraciones de la Sra. Ministro de Educación Prof. Cristina Díaz,
que generaron cierta controversia. Quizás ya haya pasado el momento,
pero bueno, recién estoy terminando con mesas de examen y nunca es
tarde para aclarar ciertas cosas. Vamos entonces.
Parece
ser que para los Gobiernos Nacional y Provincial es muy importante
como factor determinante de la Calidad Educativa, la cantidad de dias
de clases. Se sostiene desde ambos estamentos que “contra más días
vayan los chicos a la escuela mejor educados terminarán cada ciclo”
(declaraciones televisivas y radiales principalmente). Sin embargo,
no hay que ser un genio de la Pedagogía ni leer “25.000” autores
para darse cuenta que esa aseveración no es correcta. La cantidad de
dias de clase pueden influir en mayor o menor grado en la calidad,
pero no determinarla. Un ejemplo de esto lo constituyen los
Institutos Preuniversitarios de la UNSJ: con menor cantidad de días
de clase logran un grado de calidad de los aprendizajes mayor a los
estudiantes de las escuelas públicas. En ese caso un factor
diferenciante muy importante es la exigencia familiar hacia los
estudiantes, de la cual carecen muchos chicos de las escuelas
públicas comunes. Pro supuesto que habría que analizar el problema
con mayor profundidad, pero está claro que con más días de clases
los chicos de escuelas públicas no van a salir mejor preparados para
el mundo.
Y
respecto a la cantidad de días, hubo gran malestar en el ambiente
docente debido a las altas temperaturas que se viven en esta época
del año y la dificultad de soportarlas en las escuelas públicas. La
Sra. Ministro declaró que en San Jan siempre han habido altas
temperaturas a lo cual algunos docentes respondieron con enojo; y
sobre esto quiero dar algo de claridad. La Sra. Ministro tiene razón
en lo que dijo. A lo sumo, en los últimos 20 años la temperatura
media a crecido en 2 grados centígrados, lo que no implicaría que
persibamos una gran diferencia.
Sin
embargo, el problema no pasa por la temperatura sino por el calor y
su transmisión. La Sra. Ministro está confundiendo Temperatura con
Calor, que son científicamente términos diferentes; y también
confunde temperatura con sensación de calor, que tiene que ver con
la transmisión del calor. En primer lugar, los humanos somos fuentes
de calor, es decir emitimos calor. La velocidad con la cual perdemos
calor tiene que ver con el tipo de sustancia que está en contacto
con nuestra piel y con la temperatura a la que está esa sustancia y
el ambiente en general. El calor tiende a fluir desde las fuentes
hacia los “lugares” que están a menor temperatura. Y, lo más
importante, es que la velocidad con la que fluye depende de la
sustancia por al que fluye. Así, en invierno nos colocamos ropas por
las cuales el calor fluye a muy baja velocidad; en cambio en verano
intentamos facilitar el fluir de nuestro calor corporal. Lo que
“sentimos” (percibimos) como frío es que el calor
corporal fluye más rápido que lo que es producido, y lo que
sentimos como calor es que nuestro calor corporal fluye más
lento de lo que es producidoen nuestro cuerpo.
Suponiendo
que estamos en las mejores condiciones en verano (tenemos ropa que
deja fluir nuestro calor lo más rápido posible) comienza a influir
la temperatura ambiente y, principalmente, la posibilidad de fluir
del calor a través del ambiente. Y este es el punto clave. El
crecimiento demográfico ha generado una gran “isla de calor” que
hace que dentro de ella el calor se transmita muy lentamente. El
probelma para dar clases en Diciembre y en Febrero no tiene que ver
solo con las altas temperaturas sino con que nuestro calor corporal
no se transmite a una velocidad aceptable hacia el ambiente, porque
el ambiente está recibiendo calor desde muchos lugares (aires
acondicionados, motores, sistemas electrónicos) y en una muy amplia
superficie, ralentizando la transmisión. Entonces, podráimos decir:
Sra. Ministro queremos sistemas de ventilación que agilicen
nuestra pérdida de calor a pesar de las altas temperaturas.
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